Amanda el milagro de la vida

Amanda el milagro de la vida
MIRÁNDOTE VIDA

domingo, 12 de junio de 2011

“Hay que vivir por encima de las circunstancias" Bernadette Todd | Conferencista motivacional




















La historia de Bernadette Todd es muy conmovedora y, además, esperanzadora. Ella nació con atrofia muscular de la espina dorsal infantil, un desorden genético que afecta a las mujeres de su familia. Tiene una hermana menor que padece la misma enfermedad, un mal progresivo que va degenerando los músculos, haciendo que éstos pierdan su fuerza y por ende, su movilidad.
Cuando los médicos diagnosticaron la enfermedad, les dijeron a sus padres que Bernadette no iba a vivir más de ocho años. Sin embargo, de lejos ya superó esa expectativa de vida y, aunque sus músculos están cada vez más debilitados y ha quedado prácticamente parapléjica, sigue teniendo fuerzas para llevar un mensaje de esperanza y de fe alrededor del mundo. Ha viajado por República Dominicana, El Salvador, Perú y Bolivia (es la tercera vez que viene al país). Este año tiene invitaciones pendientes para ir a India, Panamá, Brasil, Colombia y Chile. Bernadette visitó Santa Cruz desde el 23 de mayo hasta el 2 de junio y estuvo dando conferencias motivacionales en colegios, iglesias, orfanatos y grupos de mujeres.

- ¿Qué sucedió en la vida de Bernadette?
- Nací con atrofia muscular. Al principio mis papás pensaron que era una niña normal. Sin embargo, hay una edad en que los bebés intentan pararse y caminar y mi mamá se dio cuenta de que yo intentaba hacerlo pero no podía, me caía. Así fue como supieron lo que tenía. Nunca conseguí caminar, pero logré gatear y lo hice hasta mis siete años cuando perdí esa habilidad. Los médicos les dijeron a mis padres que iba a morir a los ocho años, porque esta enfermedad afecta a los músculos y si te das cuenta, el corazón también es un músculo y tarde o temprano éste también pierde su fuerza.

-Entonces, ¿su vida es un milagro?
- Así es, porque la mayoría de las personas que contraen este mal no llegan a los nueve años. Cuando escuché a mis padres llorar porque los médicos habían dicho que iba a morir, lo único que le pedía a Dios era vivir hasta los 30 años, nada más y aquí estoy superando ya las cuatro décadas, aunque con muchas limitaciones pero eso no me impide cumplir la misión para la que estoy en esta tierra, que es llevar un mensaje de esperanza.

- ¿Qué es lo más difícil de esta situación?
- Ver como tu vida se va poco a poco y no hay nada que puedas hacer para evitarlo. No es como cuando estás enfermo en el hospital, porque eso es fácil de manejar. Lo difícil es cuando te sientes bien, tu mente es brillante, tienes tantas cosas que puedes hacer, pero tu cuerpo no responde sin la ayuda de otra persona.

- ¿Ya no puede mover las manos?
- A mis 30 años ya no me levanté más mis manos y ya no pude valerme por mí misma. Hasta ese momento acostumbraba a alimentarme, a maquillarme, a lavarme los dientes y a bañarme sola. Ahora mi esposo es el que hace todo por mí. Él sacrifica muchas cosas para poder cuidarme.

- ¿Ha pasado momentos muy duros en su vida, cómo los superó?
- Siempre fui una mujer determinada y muy luchadora y aunque había muchas lágrimas en mis ojos, en mi corazón mantenía la esperanza de que llegaría a los 30 años y lograría cumplir mis sueños. Nunca sentí que mi vida no iba a servir para nada, aún en los momentos de más dolor, tenía confianza en Dios. Por ello ahora estamos en esta misión de esperanza, por eso estoy aquí, contándole a otros mi testimonio para que vean que también hay esperanza para ellos.

- ¿Cómo comenzó a dar conferencias?
- Hace cinco años el pastor de mi iglesia, Christ Fellowship (Comunidad de Cristo), dijo que era increíble la historia de mi vida y que tenía el don de hablar en público y comunicarme con los demás, así que me animó a dar mi testimonio y mostrarles que, pase lo que pase, hay esperanza. Primero lo hice en mi iglesia y como la gente fue tocada y movida a buscar a Dios. Luego me invitaron a otras congregaciones de Estados Unidos, para después traspasar las fronteras y llegar a otros países. No era mi sueño ser oradora y realmente no hice nada para promover mi nombre, pero cada vez que doy una conferencia en algún lugar, esa puerta me abre otras, así que para mí es claro que esto es lo que Dios quiere que haga.

-¿Cuál es el mensaje que quiere transmitir?
- No importa cuán malas parezcan ser las cosas que nos suceden, no debemos desesperarnos, porque sólo el 20% de nuestra vida depende de lo que nos pasa, el otro 80% depende de como manejamos lo que nos sucede. Es un mensaje que motiva a las personas a vivir por encima de sus circunstancias y a buscar a Dios. Además, debemos usar lo que tenemos. Muchas personas se encarcelan a sí mismas pensando que no hay nada que puedan ofrecer a los demás. Se enfocan en lo que no tienen, en lugar de alegrarse por lo que sí tienen para compartir. Así que a través de mi historia trato de animar a las personas.

- ¿Hay algo que no haya conseguido?
- Nada, porque con Dios todo es posible. No extraño las cosas que no puedo hacer porque no me detengo a pensar en ellas. Cualquier cosa que otro haga con sus dos pies yo lo puedo hacer en mi silla de ruedas.

Ella

Bernadette nació en Jamaica el 8 de febrero de 1967 en el hogar de los esposos Bernard e Yvonne Lilly. A sus nueve años, debido a su enfermedad, sus padres optaron por trasladarse a Estados Unidos para que pueda recibir un mejor tratamiento para su atrofia muscular. Tiene dos hermanos, Kurt Lilly (35) y Simone Lilly de Egerter (35), que también sufre de atrofia muscular espinal infantil. Hace 21 años que está unida en matrimonio a Jeff Todd con quien viaja por diferentes países del mundo a dar conferencias motivacionales y llevando un mensaje de esperanza. Estudió psicología y docencia en el Miami Dade Community.

Visita su pagina: http://www.bernadettetodd.com

Toamdo de:
Copyright © 2006, El Deber.
Escribanos a: paraellas@eldeber.com.bo

1 comentario:

  1. Hola mi nombre es Paola Araúz, soy de Panamá, hace años tuve una hermosa niña Paola Daniella-Paolyn le decíamos de cariño, ya no esta con nosotros, pero su recuerdo vive en mi, ella nació con síndrome de werdnig hoffman, ahora tengo otra niña, ella no nació con la enfermedad, las experiencias que viví junto a Paolyn son muy gratas, duras, pero en ese entonces Dios Todo Poderoso me daba una fuerza interior para sacarla adelante con sus terapias físicas, y hacerla lo más feliz que yo pudiera lograr que fuera, yo me dedique a ella en su totalidad, la ame, le cante, le di todo de mi, ahora ya tendría 13 años mi niña, le detectamos mediante varios estudios médicos, culminando con la biopsia, que nos confirmo la atrofia muscular degenerativa. Si alguien me quiere contactar puede hacerlo al : paolamercedes04@gmail.com para compartir anécdotas...Saludos, Paola Mercedes Araúz.

    ResponderEliminar